Concha de Camarón
Ni el bajo eléctrico marcando el compás. Ni la batería haciendo las veces del zapateado. Ni siquiera el minimoog que se pierde en el horizonte anaranjado de la puesta en la bahía. Ni Tomatito, ni Veneno, ni Raimundo, ni siquiera Federico habían osado pisar ese patio.
Todo era nuevo y viejo a la vez y, si lo piensas, nada ha cambiado cuando ha cambiado todo. Una libertad creativa a la que Camarón nos invitaba con su Leyenda del Tiempo hace ya 40 años y que podría parecer que fue ayer. O mañana.
Por eso, la innovación y la tradición nos han enseñado a cerrar el aro de esta gargantilla con concha de latón macizo y baño de oro, cuyo molde original viene, como no podía ser de otra forma, de las playas de la bahía de Cádiz.
Gargantilla rígida con concha realizada previamente en cera y fundida en latón. Baño de oro de 5 micras.
Diámetro: 15-16,5 cm. A medida bajo pedido.
Ni el bajo eléctrico marcando el compás. Ni la batería haciendo las veces del zapateado. Ni siquiera el minimoog que se pierde en el horizonte anaranjado de la puesta en la bahía. Ni Tomatito, ni Veneno, ni Raimundo, ni siquiera Federico habían osado pisar ese patio.
Todo era nuevo y viejo a la vez y, si lo piensas, nada ha cambiado cuando ha cambiado todo. Una libertad creativa a la que Camarón nos invitaba con su Leyenda del Tiempo hace ya 40 años y que podría parecer que fue ayer. O mañana.
Por eso, la innovación y la tradición nos han enseñado a cerrar el aro de esta gargantilla con concha de latón macizo y baño de oro, cuyo molde original viene, como no podía ser de otra forma, de las playas de la bahía de Cádiz.
Gargantilla rígida con concha realizada previamente en cera y fundida en latón. Baño de oro de 5 micras.
Diámetro: 15-16,5 cm. A medida bajo pedido.
Ni el bajo eléctrico marcando el compás. Ni la batería haciendo las veces del zapateado. Ni siquiera el minimoog que se pierde en el horizonte anaranjado de la puesta en la bahía. Ni Tomatito, ni Veneno, ni Raimundo, ni siquiera Federico habían osado pisar ese patio.
Todo era nuevo y viejo a la vez y, si lo piensas, nada ha cambiado cuando ha cambiado todo. Una libertad creativa a la que Camarón nos invitaba con su Leyenda del Tiempo hace ya 40 años y que podría parecer que fue ayer. O mañana.
Por eso, la innovación y la tradición nos han enseñado a cerrar el aro de esta gargantilla con concha de latón macizo y baño de oro, cuyo molde original viene, como no podía ser de otra forma, de las playas de la bahía de Cádiz.
Gargantilla rígida con concha realizada previamente en cera y fundida en latón. Baño de oro de 5 micras.
Diámetro: 15-16,5 cm. A medida bajo pedido.
